Importancia de los jardines familiares y la alegría de vivir, con uso de mínimos recursos. Cambios profundos en el lugar y en el espíritu.

Tal como lo dice el título, es tan significativo como experiencia profesional, constatar y ser partícipe de la experiencia de una familia que, literalmente florece con su nuevo espacio, recientemente mejorado con el diseño que les propuse y luego materialicé. Esto no es algo tan novedoso, suele ocurrir y es natural que así sea. Lo particular es descubrir y constatar en forma directa, que en el campo de la Arquitectura y del Diseño del Paisaje, realmente los profesionales a veces no vemos un campo de acción en este tipo de jardines, en que se debe lograr lo máximo con lo mínimo, o no abrimos nuestra creatividad lo suficiente para utilizar lo que se dispone, gastando el mínimo de insumos, materiales, reciclando y volver a crear a partir de lo preexistente, poner en valor lo que hay en la vida de cada familia y de cada persona, en cada rincón, manifestado en múltiples señales: desde unas piedras, maderos, objetos, recuerdos, tesoros que han ido cuidando los habitantes de nuestros diseños...Con esto quiero decir que los paisajistas tenemos el deber ético de buscar el modo de hacer más felices a las personas siempre, a través de lo que seamos capaces de visualizar y digo a todas, no solo a aquéllas que tradicionalmente han sido nuestros demandantes de servicios profesionales. Esto incluye al paisajismo social.

Así como le ha empezado a cambiar el sentido de despertar todos los días a una familia y especialmente a la dueña de casa, de la popular Comuna Pedro Aguirre Cerda en Santiago, también empezó a cambiar la perspectiva de la mía y a quienes les he transmitido esta vivencia, por eso decidí incluirlo en mi blog, que es justamente para aportar y recibir los aportes de mis pares e impares. Espero poder hacerle un seguimiento y transmitir su evolución en el tiempo.