foto: Mónica Palma V. - Punta del Este |
El este blog, se estarán subiendo temas de reflexión con miras a revisar líneas de pensamiento, roles y quehacer en el campo disciplinario del diseño o arquitectura del paisaje, y volver a pensamientos que nos nutren en lo profundo y tanta falta hacen en estos tiempos. El concepto de "jardín", según mi visión, puede interpretarse en una escala muy íntima y privada como en una amplia escala, incluyendo los espacios verdes públicos en la ciudad.
En esta entrada, se han recopilado algunos fragmentos del Texto:
Arquitectura de Jardines en Europa. Autores: Enge, Schröer, et al. Taschen.
Paraíso y utopía. El primitivo mito del jardín del Edén tiene que ver con una añoranza fundamental de la humanidad. Sueño por una vida en mítica armonía con la naturaleza, y desde siempre, esta vida natural y armónica solo puede imaginársela en un jardín. Y es como jardín de delicias como los hombres se han imaginado desde siempre el lugar de sus anhelos por superara las faltas e imperfecciones humanas. Y es este jardín desde entonces un ideal utópico.
Un jardín significa siempre una añoranza a la que se le ha dado forma. El camino para alcanzar esta meta es la reconciliación con la naturaleza, reconciliación solo posible dentro del arte.
La naturaleza vuelve a ser bella sólo en esta elevada esfera, que cuenta con un orden propio. Los jardines resultan de la conjunción de lo bello del arte y de la naturaleza, en los que están incluidos todos los elementos naturales, convirtiéndolos en objeto de arte.
Todos los esfuerzos en torno a la arquitectura de jardines son reflejo de aquélla añoranza de la felicidad humana en armonía con la naturaleza.
Los jardines son, asimismo, consecuencia de los anhelos que brotan de opresiones y la esperanza frustradas de cada día, ellos representan el reflejo y la alternativa del mundo dentro del territorio de lo bello. Construidos para superar ciertas barreras, los jardines arrojan una luz sobre las circunstancias históricas que tienen que ver con su origen y con su constructor y realizan una crítica de la situación política, de las relaciones sociales concretas, de ciertas opresiones y desidias.
Se hacen patentes aquéllos momentos históricos en los que el deseo quiere hacerse realidad.
1 comentario:
Monica:
me parece muy acertada tu propuesta de discucion y solo para comenzar, quiero proponer que la formación del paisajista debe separarse de la del arqueitecto y de la arquitectura. Entiendo que decir "arquitectura del paisaje" es, por decirlo de alguna manera, técnicamente correcto. Pero las palabras adquieren significado con el uso y en general cuando alguien utiliza o escucha la palabra arquietectura, esta pensando mucho mas cerca "del adentro" que "del afuera" y el dominio de nuestra profesión es el último- En muchas universidades, Paisajismo funciona como un anexo de arquitectura y tengo la experiencia de ver que los chicos que se inscriben en arquitectura los hacen pensando en diseño de construcciones y no en términos de naturaleza y paisaje. Y peor aún, cuando cursan en "anexo" paisajismo, lo hacen así, como algo que agregan a sus funciones "importantes", las de construir la casa, el edificio, la abitación, el adentro. Es decir, lo toman como se los propone la universidad, como un anexo.
Gracias por esta posiblidad y un abrazo
Mario
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